Diseño editorial, cuestiones de tamaño
Escrito por Manuel Vizán Jambrina
Miércoles, 25 de Julio de 2012 19:11

Un factor nada despreciable en la aceptación pública de un diseño editorial es el del tamaño, el del cuerpo de la letra del texto que sirve de base a la comunicación, al desarrollo de la información.

 

Un factor que hay que tener en cuenta, ya sea en la maquetación de libros, en una edición de libros, en la confección de sencillos folletos de mano o para cualquier tipo de cartelería, por citar ejemplos comunes que todos conocemos.

Hablamos de legibilidad, pero también de adaptar el producto editorial final al lector que será el público objetivo de él.

Jugando con las definiciones matemáticas, y para ser más gráficos sobre la importancia  de las claves tipográficas, podríamos decir que la legibilidad de un texto es inversamente proporcional a las dimensiones del soporte en el que será decodificado y directamente al factor más dominante en el proceso, el de la comprensión del mensaje.

El tamaño de la letra guarda relación con el soporte en la medida en que precisamente sus medidas son el espacio de juego para la lectura y visualización de los contenidos en letra impresa.

Y si no, dos ejemplos, los de los tamaños de la tipografías del texto corrido de una web y el de un libro de bolsillo en papel. Mientras que el primero pueden redimensionarse con los recursos de la plataforma, el segundo, el del libro de bolsillo, permanecerá inalterable en su tamaño.

Para ser hojeado entre las manos y en un formato de un palmo por medio palmo. El tamaño de la letra impresa ha de ajustarse al soporte pero de una forma creativa para sacarle todo su rendimiento, sin que el producto final pierda unidad.

Pero, la forma y tamaño de las letras pueden ser parte de la ilustración de un libro,  desde luego que sí, es indudable que también hay un factor estético para admitir o rechazar determinadas tipografías, proporciones y tamaños de letras. Esa estética ayuda a hacer más amigable al libro y a mejorar su lectura en clave emocional.

Pero, más allá de ese 'glamour editorial' que también es arte, el tamaño de la tipografía estará siempre al servicio como decimos de la legibilidad y de las características del lector.

Un buen diseño editorial para la edición de libros no desarrollará más que dos o, a lo sumo, tres tipografías para el contenido del volumen. Muchas tipografías diferentes, sin una justificación estética que la sustente, lleva a romper la armonía del producto y al de la comprensión del contenido que sigue una secuencia lógica formada por una sucesión de cajas de texto, capítulos y páginas.

Hasta el color de las tipografías son 'materia reservada', entendiéndola como la aplicación de un uso racional, comedido y, sobre todo, lógico y coherente.

¿Características del lector? Sí, como lo lee. ¿Se le ocurre a usted que un libro dedicado a la lectura de niños pequeños, a sus primeras letras, pueda componerse con tamaños de letras pequeños? No se trata de que a los niños pequeños se les evite leer letras diminutas, que también, sino a caracterizar los rasgos exclusivos de cada una de las letras que forman palabras en nuestra lengua.

Así, y como ejemplo, una 'P' y una 'R' son letras muy parecidas que el niño debe interpretar como diferentes por ese rasgo particular que representa el rabito que sobresale bajo un bucle superior común.

Otro tipo de público para el que el tamaño de la letra también importa y mucho es el de cierta edad, con una capacidad de visión mermada, que con mucha frecuencia tiene que ser ayudada por el apoyo de gafas y lentillas.

Las ediciones de libros para mayores tienen en cuenta ese factor. Y si no recuerde cómo son los tipos de las novelas de consumo que llamamos rosas o románticas y que tienen un público de más de mediana edad.

Otros factores a tener en cuenta a la hora de decidir el tamaño de un tipo de letra son la previsible situación en que el lector leerá la obra y las características de luz y ambiente que ello conlleva.

Modernamente la lectura en pantalla también implica cuidados en la elección de tipos de letra dependiendo de la forma en que la pantalla se ilumina, la resolución o calidad de dibujo de la letra, la cantidad de colores y en particular la calidad del negro y el contraste con el blanco que es capaz de representar el dispositivo electrónico del que el público potencial dispondrá.

Apurando aún más, el cuerpo de la letra, su tamaño, ha de conjugarse o relacionarse con la separación entre las letras con una buena elección de su familia, con un espacio de interlineado ajustado a las capacidades de lectura del público objetivo y a una separación de párrafos dedicadamente estudiada.

Todo eso hace que las proporciones de la tipografía sea un factor de valor en la maquetación de libros con más alcance del que puede imaginar un lector cuando realiza el sencillo acto de tomar un libro entre sus manos, para leerlo.
 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

Libros slide